miércoles, 17 de febrero de 2010

Gracias

No se ni cuanto durará, ni como acabará de durar, pero hoy, por el momento, aún hay algo que me alivia. Aunque simplemente es eso, un alivio, quizás sea de las pocas cosas que cambien mi mentalidad en dias grises como hoy.

Somos licenciados en cerrarnos en nosotros mismos, hasta que no aguantamos más y poco a poco van saliendo frases por nuestra boca que se convierten en largas conversaciones que a su vez son enciclopedias consejeras.
El morbo que produce no tenerte a la cara, combate con mis ganas de estar más cerca.


Lo mejor, es que dentro de nosotros, de ti y de mi, sabemos que no nos la suda.

martes, 16 de febrero de 2010

Bella.

Bella,
con un nido de cobre enmarañado
en tu cabeza, un nido
color de miel sombría
donde mi corazón arde y reposa,
bella.

Bella,
no te caben los ojos en la cara,
no te caben los ojos en la tierra.
Hay países, hay ríos
en tus ojos,
mi patria está en tus ojos,
yo camino por ellos,
ellos dan luz al mundo
por donde yo camino,
bella.

Bella,
tus senos son como dos panes hechos
de tierra cereal y luna de oro,
bella.

Bella,
tu cintura
la hizo mi brazo como un río cuando
pasó mil años por tu dulce cuerpo,
bella.

Bella,
no hay nada como tus caderas,
tal vez la tierra tiene
en algún sitio oculto
la curva y el aroma de tu cuerpo,
tal vez en algún sitio,
bella.

Bella, mi bella,
tu voz, tu piel, tus uñas
bella, mi bella,
tu ser, tu luz, tu sombra,
bella,
todo eso es mío, bella,
todo eso es mío, mía.


De ''Bella'', de Pablo neruda.

domingo, 14 de febrero de 2010

Como la clandestina Valerie Neuzil de Klimt.

Los catorces de Febrero quieren dar la impresión, o al menos para nosotros los unicamente enamorados de la vida, de celebrarse al menos una vez al mes. Y es que cuando estas empezando a acostumbrarte de tu asentimental vida mientras paseas por la ciudad con solamente la compañía de un periódico de castañas, te chocas con un escaparate lleno de acartonados corazones y tiernos osos de peluche, y ¡zas! te das cuenta que otra vez cupido es el protagonista durante unas largas 24 horas.
Y es que el día parece no terminar, gente que acompasadamente se cruza en tu camino con cajas envueltas en un precioso papel color vino, que tú sabes que son los bombones de la pastelería más cara, furgones de floristerías que solo pitan para que tu te gires, y por supuesto, esa orquídea que solo puede venir de el amor de un padre.

Que no cunda el pánico, regalate a ti misma un poquito de amor.


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