Lo quería para ayer.

Hagamos un pequeño cambio, un pequeño giro a este diminuto espacio inmerso entre otro miles. Hagámoslo divertido, pero con un toque reflexivo obviando tantos pesimismos y equívocos pensamientos.

Empecemos por el principio y sin olvidar nada.

Os hablaré de mi, aunque humildades a parte, soy un alguien bastante normal, una persona corriente, con temores y deseos, con dudas y pensamientos.

Me llamo ''X'', y vivo en la ciudad de ''Y a quien carajo le importa''.

Decir que he iniciado una etapa pre-paración por la senda adulta a la meta profesional. Y es que soy de esas muchas personas que intentan meter la cabeza en el mercado audiovisual, concretamente en el maravilloso mundo de la producción cinematográfica, radiofónica, televisiva y de espectáculos. Sí, debo reconocer que es un nombre magnífico y envidiable al lado de un simple magisterio o automoción, pero realmente debo admitir que si al final tus aspiraciones se cumplen, estos últimos si que podrían llegar a envidiarlo, pero siempre y cuando sea una envidia de la buena, de esa sin rencores, sin celos, de esa que ya no queda, y que cuando vas caminando hacia estos objetivos de los que os hablo te das cuenta que cada vez escasea más.

Y volviendo a lo de antes, a eso del ''principio'' de los que os hablaba, quería contar de forma breve y retorcida, de esa que a mi tanto me gusta, mis más excitantes deseos.

Y es que el inicio del principio es un casting y una persona elegida.